¿De qué tipo de "Pop Art" estamos hablando?
Obviamente, goteo de pintura sobre esculturas. A menudo calificados erróneamente de "arte pop", representan un fenómeno controvertido en el mundo del arte contemporáneo. Según ciertas categorías de amantes del arte, el "arte pop" actual consiste principalmente en aplicar deliberadamente gotas de pintura a obras escultóricas. Esta tendencia suele asociarse a una estética lúdica y colorista. Sin embargo, el mal uso de este término plantea interrogantes sobre la verdadera comprensión del movimiento del arte pop y la profundidad artística de estas prácticas.
¿De dónde surgió este movimiento llamado pop-art?
El arte pop surgió en las décadas de 1950 y 1960. Fue una reacción al elitismo del arte abstracto. Se caracteriza por la apropiación de imágenes y objetos de la cultura popular. Se cuestionaba la publicidad y el consumo de masas. Artistas como Andy Warhol intentaron borrar las fronteras entre el arte "noble" y los objetos cotidianos. Roy Lichtenstein y Claes Oldenburg también forman parte de este movimiento. Lejos de ser un simple planteamiento formal o decorativo, se trataba de una profunda crítica a la sociedad de consumo. Una crítica a menudo teñida de cinismo e ironía.
Hoy no estamos satisfechos con mucho.
Los goteos de las esculturas, por su parte, a veces parecen desligarse de este objetivo crítico. Contentándose con un efecto visual superficial, estos artistas tienen poco que decir. Es cierto que la estética de los drips recuerda las técnicas utilizadas por pintores expresionistas abstractos como Jackson Pollock.
En este caso, el enfoque tiene más que ver con la moda y el deseo de causar un impacto fácil. Este enfoque, en detrimento de la reflexión, se dirige a un público sin conocimientos de historia del arte. Llamaremos a esta nueva decoración "Pop-Art", no siempre muy agradable estéticamente.
Estas esculturas pintadas son más afines a una estética "Instagrammable", donde lo visual prima sobre el significado.
Los colores vivos y las texturas fluidas crean imágenes reconocibles al instante. Aunque a veces resultan agradables, corren el riesgo de caer en el decorativismo, desprovisto de toda carga conceptual.
Todo se está yendo al infierno.
Calificar estas obras de "arte pop" es, por tanto, una simplificación excesiva. En algunos casos, se trata incluso de una recuperación comercial de un movimiento histórico con un significado mucho más profundo. Como movimiento, el arte pop pretendía cuestionar la relación entre el arte y la cultura de masas y los medios de producción. Hoy en día, la inflación de coulures parece utilizarse más a menudo como método para hacer atractiva una obra. Esta "modernidad" refleja los tiempos que corren, sin ninguna reflexión real sobre las implicaciones sociales o políticas que puede tener un gesto así.
Estamos de acuerdo.
En última instancia, los goteos en las esculturas pueden considerarse un síntoma de la sociedad actual. De la mercantilización del arte contemporáneo, que es más fácil de vender.
Los artistas y las galerías están más interesados en crear algo inmediatamente consumible. Este modelo tiene más probabilidades de llamar la atención en exposiciones o en las redes sociales, pero carece de profundidad. Aunque estas obras pueden resultar ciertamente interesantes, su impacto artístico y crítico no alcanza las ambiciones del arte pop original. Como una falta de inspiración.